Las superficies muy brillantes son difíciles de iluminar, ya que los brillos interfieren, y la cámara y estudio pueden salir reflejados. Esto se puede resolver utilizando un spray matizador, haciendo que el objeto en vez de parecer brillante se vea satinado; otra forma es iluminar a través de grandes visillos difusores colocados alrededor del objeto, o rodearlo todo de papel blanco y emplear luz reflejada. Colocar todo lejos y disparar con en teleobjetivo.
Los reflejos pueden dar información sobre una fotografía, pueden falsearse reflejos para simular un entorno que no existe, por ejemplo, frente a la luz principal se puede colocar una forma que sugiera una ventana, y si el resto de la iluminación es débil, las formas reflejadas parecerán reales.
Uno de los mejores procedimientos para crear iluminación suave sin sombras, es meter al sujeto en una tienda de luz, espacio de material difusor blanco, como la gasa, que rodea completamente al sujeto, debe llevar un agujero por el que quepa el objetivo, la tienda se rodea de luces, y si se ve muy artificial se pueden meter cartulinas grises para dar sombras.
Es bueno saber este tipo de trucos, y saber de antemano qué esperar con objetos tan brillosos y cuáles pueden ser sus desventajas, para poder crear un entorno que ayude a que la fotografía sea mejor.
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